Los ganadores de los Microrrelatos de Terror
PRIMER PREMIO
- Paula González Fernández (2ºESO)
- Mónica Purriños Fernández (1º ESO)
- Nerea Domínguez Canteli (1º ESO)
PRIMER PREMIO
La Alcoba del Tercero
Thomás apretó los puños en sus bolsillos hasta que sus nudillos se tornaron blancos.
-La paloma-murmuró, mirando por encima del hombro del otro chico-. Travis, la paloma.
Travis liberó la mano que sujetaba al otro muchacho por el cuello y se giró hacia la pared a la que antes había dado la espalda.
- No-siseó, y los labios se le tensaron en una sola línea-. ¡Aún no! No he acabado contigo.
Thomás cerró los ojos, pensando que así podría liberarse del miedo que lo poseía. Travis alargó la mano, dispuesto a volver a coger a Thomas.
Un aleteo cruzó la habitación. Travis soltó un grito, pero Thomas estaba demasiado asustado para abrir los ojos. Un nuevo grito, este mucho más potente, y silencio.
<<Ha sido ella-pensó-. La mima paloma que se llevó a Newt.>>
Otro aleteo sonó de nuevo, y el suelo pareció abrirse a los pies de Thomas para no soltarlo jamás.
El llibru
Una guaja compró un llibru nun mercáu que había nel so pueblu. El paisnu que-y lu vendió avisola de que esi llibru yera especial ya que taba malditu, porque el señor que lu topó, topolu nuna casa abandoná, que según como contaba la leyenda el paisanu que había muertu nesa casa colgose porque la familia nun lu quería y taba solu.
Cuando la neña púsose a lleelu pela nueche empezó a salir fumu, que dexaron a la neña como medio muerta. Entemaron a salir como rames, o parecíen rames. Yern les manes del paisanu muertu. ¿Qué cómo lo sé? Pues porque yo yera esa neña.
La biblioteca del Señor Linden
Lucy era nueva en la ciudad y no tenía amigos. Ella era una niña discreta a la que le gustaba leer y jugar con sus muñecas. Un día quiso acercarse a la biblioteca y cunado entró se encontró a un hombre viejo y con joroba que le dijo...
- Hola, chica. Soy Linden, el bibliotecario.
- Hola, me llamo Lucy, Lucy Briaton- respondió la niña.
- ¿Qué estás buscando?
- No sé, cualquier libro- dijo ella.
Lucy se puso a buscar por las estanterías. Cogió un libro rojo con detalles grabados en oro. En la portada ponía "El libro secreto de los hechizo". La niña lo cogió y se lo llevó al señor Linden al que le dijo...
- Quiero este.
- Señorita. me temo que este libro no se lo puede llevar.
- ¿Por qué?
- No se lo puedo decir. Es peligroso.
Cuando el Señor LInden ya no miraba, Lucy se escondió en la mochila el libro y se fue a su casa. Subió las escañeeras y nada más llegar empezó a leer el libro. Lucy se quedó dormida y, cuando su madre subió a ver cómo estaba la niña, apreció muerta y recubierta de plantas con largos tallos.
Él la había prevenido sobre el libro. Ahora era demasiado tarde.
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