La ciudad de Nueva York duerme. Apenas pasan
coches por sus puentes y autovías.
De una hamburguesería que todavía no ha
cerrado sale una mujer muy sospechosa. Va vestida con unos pantalones y con una
chaqueta negra. Va caminando por la calle desierta y un coche se para a su
lado. El conductor abre la puerta trasera del coche y se sube. El coche sale a
toda velocidad y… se dirige a una playa desierta donde habitaba un terrorista
muy buscado.
La chica no era policía ni nada de eso.
Cuando llegaron a la playa no había nadie. De
repente, ¡Pumm! mataron a uno de la pandilla. Se dirigió a donde se oía el
ruido pero no había nadie. Buscaron y buscaron pero… no vieron a nadie: solo a
un ancianito indefenso.
Había una cueva oscura pero nadie se atrevía
a meterse y el anciano llegó y les dijo que si él podía ayudar en algo. Él se
metió en la cueva y salió con la barba llena de pirañas y cangrejos y se fue.
Al cabo de dos horas se oyó ¡Pumm! Pero.. no
hubo ninguna muerte.
Luego llegó un sospechoso Seriff, llamado
Agente 00 doble, y decía que fuesen otra vez a la hamburguesería y ellos
dijeron que no, pero al final fueron. Solo estaba el repartidor y el camarero
pero eran unos muñecos.
Luego se dirigieron a la playa, se metieron
en la cueva y había tres caminos. Fueron uno por cada uno: el Seriff; por el
más arriesgado; la chica, por el más fácil; y el policía, por el normal.
Caminaron y caminaron y llegaron los tres a una
cueva iluminada y estaba el viejo que al final era Bruce Willis.
Enol Huerta Nava
1º ESO
1º ESO
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