ace muchos años me conteron la historia de un niño llamado Julián que viviía en una pequeña aldea, situada en las montañas. Los aldeanos eran casi tods mayores y estaban muy contentos de tener un pequeño entre ellos.
Julián todos los días visitaba a sus abuelos, los ayudaba aobre todo en el huerto a recoger la cosecha: las patatas, lechugas, toamtes. Ellos le decían:
- Julián, ¿nos quieres ayudar?
- ¡Claro que sí, para eso vengo!
Pero lo que más le gustaba era sentarse a la sombra, recostado en un árbol y ponerse a leer. Imaginaba que vivía en otros páises y que conocía a otros niños. Era el protagonista absoluto de todas las aventuras, nunca se sentía solo.
Montaba en globo, surcaba los mares en un gran velero, incluso soñó que llegaba a la luna. Sus padres le llamaban Julián el Soñador. Cuando les iba relatando lo que sentía al devorar esos libros les decía:
- Algún día visitaré todos los lugares.
- Seguro hijo, tú lo lograrás- contestaba el padre.
Pasó el tiempo. Julián creció y todos sus sueños se realizaron. e convirtió en un magnífico explorador que asombró al mundo con sus viajes. Nosotros le consideramos el mejor del mundo.
Escrito por Alberto García, 3º ESO
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